Al final de un período de dos años, se debe concluir el estado de pausa (“mise en sommeil”) y tomar una decisión en cuanto al futuro de la empresa.
Esto se puede hacer reanudando su actividad previa, recuperando su empresa, pero modificando la actividad principal, vendiéndola o disolviéndola. Las formas más comunes para finalizar el estado son, no obstante, reanudar la actividad previa al “mise en sommeil” o, por el contrario, liquidar la empresa definitivamente.
¿Cómo finalizar el “mise en sommeil” de una empresa individual?
Si su empresa se trata de una compañía individual, el proceso para retomar su actividad o reactivar su empresa pero desempeñando una actividad distinta es el siguiente:
- El registro de una solicitud de modificación por parte del director de la empresa o una persona autorizada en el CFE correspondiente, según la actividad de la sociedad.
- Un formulario P2 debidamente cumplimentado que refleje todas las modificaciones que se han hecho en la empresa.
- El monto a pagar por dicha modificación, que comprende los gastos de registro, el IVA, la reinscripción de su marca comercial en el instituto francés de propiedad intelectual y la publicación en el BODACC. La suma de todo ello asciende a 104,34 €.
Sin embargo, si lo que prefiere es detener su actividad y liquidar la empresa, necesitará un formulario P4 para declarar su fin. Este formulario debe ser entregado al CFE por el director y el proceso no tiene coste alguno.
¿Cómo finalizar el “mise en sommeil” para el resto de empresas?
Para las empresas con más de un socio, el proceso y los costes son ligeramente distintos del caso anterior. Tanto si planea retomar su actividad o liquidar la empresa, el único formulario que debe emplear es el llamado M2, empleado en cualquier modificación de una entidad moral. Los costes en cada caso son 190,24 € o 205,50 € respectivamente.
Tal y como en el caso de una empresa individual, el director o una persona autorizada debe enviar el formulario debidamente rellenado al CFE. Las tarifas anteriormente mencionadas, del mismo modo, comprenden los pagos por el registro, el IVA, la reinscripción de la marca comercial de la empresa y la publicación de un anuncio en el BODACC por parte del Tribunal de Comercio.
Sin embargo, en caso de disolución la empresa debe declarar su decisión al servicio de impuestos a la empresa (conocido como SIE en Francia), lo cual conlleva gastos adicionales ya que se encargan también de publicar en un periódico de anuncios legales la decisión de poner fin a la empresa.
Conclusión
Al final de dicho periodo de suspensión temporal de la actividad empresarial, si no se ha tomado ninguna decisión la empresa se verá disuelta automáticamente. El Tribunal de Comercio, mediante un procedimiento legal que, en general es más costoso que una liquidación voluntaria puede decidir poner fin a su empresa.
La decisión de finiquitar la empresa es, en cualquier caso, comunicada al director mediante correo certificado enviado a la dirección de la sede social de la empresa, por tanto, es imperativo conservar dicha dirección.
Es posible revocar la decisión bajo demanda sin exceder un plazo máximo de seis meses tras su recepción, por lo que de haberse excedido, debe prestar atención.